La fábrica de Fernández y ROCHE, en continua evolución

En Fernández y ROCHE siempre trabajamos teniendo en cuenta tres pilares fundamentales: nuestros artesanos, la calidad de las materias primas y la innovación permanente en los productos.

Para producir los mejores sombreros debemos tener personal cualificado, en nuestro caso, un equipo con más de 20 años de experiencia que se forman cada día para ofrecer productos con el sello del “hecho a mano”.


Nuestra sede se ubica en Sevilla, donde se valora muchísimo el poder de la artesanía. Un lugar histórico, inspirador en cada uno de sus rincones, que se convierte en el lienzo ideal de nuestros accesorios. Y, gracias a todo este proceso de elaboración y cuidado, los sombreros Fernández y ROCHE pasarán de generación en generación.

Actualmente, hemos realizado un cambio del que nos sentimos muy orgullosos. En nuestra fábrica, la luz natural es la protagonista absoluta. ¿Te contamos de qué se trata?

La colección de verano y el sol de Sevilla, el mix perfecto para seguir creciendo

Las playas paradisíacas de Sanlúcar de Barrameda han servido de inspiración para la nueva colección de verano de Fernández y ROCHE. Sol, arena y un mar azul cristalino que se funden con los tonos tierra de nuestros sombreros estivales.

Y no solo queremos llevarnos un pedacito de esta luz estival de Cádiz. Sevilla es una de las ciudades más soleadas de Andalucía, por lo que es muy fácil implementar un sistema de luz natural en la fábrica y, así, aprovechar sus ventajas para nuestro equipo humano y como fuente de energía.

En el caso de nuestros trabajadores, esto es muy beneficioso, ya que mejora su bienestar y salud, influyendo en el estado de ánimo y favoreciendo un ambiente de trabajo más positivo y ameno. Es más, con este cambio se ha conseguido la eliminación de las sombras y de las luces principales en los intervalos de más productividad, de 10 de la mañana a 5 de la tarde.

Por otra parte, se reducirán los costes energéticos. El tiempo de retorno de la inversión en la empresa era aproximadamente de cinco años, por lo que se ahorrará para futuras inversiones positivas. En Fernández y ROCHE estamos muy concienciados con el medio ambiente y sabemos que, con este cambio, aportamos nuestro granito de arena a la causa.

En definitiva: nos sometemos a transformaciones positivas para cuidar nuestras instalaciones, a los artesanos y sobre todo, a nuestros clientes. A pesar de las innovaciones que llevamos haciendo a lo largo de los años, hay algo que no cambia: el trabajo de pura artesanía y manufactura, con la tradición adquirida en más de 130 años de historia.

Fernández y ROCHE.

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