Oficios que se heredan, manos que aprenden y materiales que se perfeccionan
Desde 1885 trabajamos cada pieza con el mismo respeto por nuestro saber hacer: un conocimiento pasado de generación en generación y que sigue 

presente en cada sombrero que sale de nuestra casa.

Un oficio que aún perdura

Contamos una historia que empieza en manos expertas: manos que prensan, cortan, moldean, cosen y empaquetan con precisión y paciencia. 

El fieltro va tomando forma bajo el vapor, dando lugar a sombreros que no solo se llevan, sino que transmiten la dedicación de quienes lo hicieron. 
Para conmemorar este aniversario hemos creado dos piezas únicas -un fedora y un bolero- que rinden homenaje a nuestra esencia. 
Siluetas emblemáticas que representan nuestra forma de entender este oficio.


Ambos están trabajados en un fieltro de calidad extraordinaria, conservado en su tono natural, sin tintes ni artificios. Un material noble que refleja cuidado, precisión y autenticidad en cada detalle.

CIENTO CUARENTA AÑOS HACIENDO HISTORIA, PUNTADA A PUNTADA